Desde la lluvia y el aguanieve hasta los escombros y los bichos, las puertas exteriores sirven como la primera línea de defensa de nuestros hogares. Lamentablemente, esa exposición a los elementos tiene un costo. La acumulación de moho, hongos y otra “suciedad” es un problema común en las puertas exteriores, especialmente en aquellas que se encuentran en áreas sombreadas o en climas especialmente húmedos.
El moho y los hongos no significan automáticamente que necesite una puerta nueva, pero sí requieren que tome medidas. Si no se atiende, el moho y los hongos pueden provocar daños más duraderos, por no mencionar su aspecto desagradable. A continuación, descubra todo lo que necesita saber para elaborar su plan de ataque contra el moho y los hongos.
Cómo se forma el moho y los hongos (y cómo prevenirlos)
La humedad, la falta de ventilación y la materia orgánica crean un caldo de cultivo para el moho y los hongos. La luz del sol y la posibilidad de secarse por completo después de una lluvia son claves para prevenir el moho, lo cual es complicado si vives en una zona húmeda o si tus puertas no reciben luz solar directa. La preocupación inicial será cómo el moho y los hongos estropean la apariencia de la puerta, pero, si no se controla, puede contribuir gradualmente a la putrefacción.
La principal táctica de prevención contra el crecimiento de hongos es simplemente limpiar y tratar las puertas exteriores con regularidad. Si aún no tiene moho, considere aplicar una capa de bloqueador de manchas resistente al moho y una base. (¡Asegúrese de verificar el material de la puerta y el tipo de pintura/acabado antes de aplicarlo!)
Cómo limpiar el moho y los hongos de las puertas exteriores
Cuando se trata de moho y hongos en puertas exteriores, es importante abordar el problema lo antes posible. Siga estos pasos:
- Protéjase. Las esporas de moho pueden flotar en el aire y dañar los pulmones, por lo que es recomendable usar guantes de goma y mascarilla.
- Prepara los materiales necesarios. Necesitarás un cepillo de mango largo, toallas, una manguera y dos botellas rociadoras vacías. En una botella, prepara la solución de cloro y en otra, prepara la solución de vinagre. (Las recetas se encuentran a continuación).
- Moja la puerta con agua y frótala suavemente para quitar la suciedad y la mugre.
- A continuación, utilice la solución de lejía. Rocíe directamente sobre la puerta, concentrándose en las esquinas y en las áreas con moho visible. Déjela actuar durante unos 15 minutos. Frote y luego enjuague bien con agua.
- Opción: continúe con el rociador de vinagre. Rocíe directamente sobre la puerta, concentrándose en las áreas con moho. Frote suavemente con un cepillo y enjuague bien.
- Enjuague bien con una manguera de agua y luego seque bien con una toalla limpia. Si tiene un ventilador de caja, sóplelo directamente sobre la puerta hasta que esté completamente seca.
Solución de vinagre: Mezcle partes iguales de vinagre blanco y agua.
Solución de blanqueador: mezcle una parte de blanqueador con cuatro partes de agua.
*Nota: En las ferreterías locales se pueden conseguir muchos limpiadores de moho comerciales. Asegúrese de seguir las instrucciones atentamente y de tener en cuenta el tipo de pintura antes de comenzar.
Para obtener instrucciones más detalladas sobre cómo limpiar su puerta según su tipo específico, diríjase a esta publicación del blog.
Adopte una rutina de mantenimiento
Siempre es mejor prevenir que curar, por lo que es inteligente estar al día con el mantenimiento de la puerta exterior antes de que el moho y los hongos se conviertan en un problema. Si implementa una rutina de mantenimiento regular, puede prevenir la acumulación de hongos y, posteriormente, prolongar la vida útil de su puerta.
Una buena regla general es revisar las puertas al menos dos veces al año: una vez después de la temporada de nieve y lluvia, y otra cuando los días calurosos y húmedos del verano comienzan a terminar. Preste mucha atención a las áreas propensas al crecimiento de moho y hongos, como la parte inferior y las esquinas. Busque signos de decoloración, olores a humedad o puntos blandos en la superficie de la puerta.
CONSEJO PROFESIONAL: Para mejorar la ventilación, asegúrese de que no haya arbustos ni plantas que obstruyan el flujo de aire de la puerta.
Recuerde que la intervención temprana es fundamental para eliminar el moho de raíz y mantener una puerta hermosa. Pero si su puerta se pudre, ya sabe dónde encontrar una nueva .