¿Hacia dónde deben abrirse las puertas interiores?

Observar hacia dónde se abre una puerta es una de esas cosas que nunca se advierten hasta que llega el momento de renovarla. Y entonces, parece una decisión imposible. Entonces, ¿cuál es la respuesta correcta: dentro o fuera?

No existe ninguna regla que especifique en qué dirección deben abrirse las puertas de su casa; en última instancia, eso depende de los propietarios. Sin embargo, hay un consenso general: en la mayoría de las casas, las puertas abren hacia adentro de la habitación.

Hay algunas razones clave por las que la mayoría de las personas eligen tener puertas interiores que se abran hacia adentro.

La mayoría de las puertas que se abren hacia una habitación interior, como un dormitorio, un baño o una oficina, están diseñadas para empujarse para entrar y tirar para cerrarse. El giro de una puerta puede ser un obstáculo para los muebles, los pasillos estrechos y las zonas de paso, por lo que hacer que se abran hacia adentro hace que entrar sea menos complicado.

Si una puerta se abre hacia adentro, es menos probable que choques accidentalmente con alguien en el pasillo al salir.

Con las bisagras en el interior, es menos probable que las manipulen. Además, si un niño se queda encerrado accidentalmente en una habitación, es más fácil derribar la puerta empujándola hacia adelante.

En los dormitorios, hay un elemento de asombro que se produce cuando abres la puerta y ves el espacio. Una puerta que se abre hacia adentro ofrece la mejor vista de la decoración.

Consideraciones prácticas:
Hay algunos casos en los que una puerta que se abre hacia afuera puede tener más sentido. Por ejemplo, si una puerta que se abre hacia adentro choca contra una cómoda, bloquea el inodoro o hace que un interruptor de luz sea inaccesible, puede ser más inteligente abrirla en la otra dirección.